Por el cuidado, nuestra vida y nuestros hogares

19.03.2020 / Por: Corporación Picacho con Futuro

Por el cuidado, nuestra vida y nuestros hogares
Organizaciones de la Corporación Picacho con Futuro

Las personas y las organizaciones que pertenecemos a la Corporación para el Desarrollo Picacho con Futuro queremos reafirmar nuestra consigna histórica: primero la vida, primero el cuidado del cuerpo para el cuidado de las ideas, primero la solidaridad consciente y comunitaria. Por eso hemos decidido, de acuerdo a las indicaciones de orden nacional y municipal, suspender por tiempo indefinido las reuniones, talleres y encuentros en la sede de nuestra organización. Estaremos informando oportunamente –y cuando superemos estas circunstancias– la reactivación de todos nuestros procesos. Continuaremos, eso sí, acompañando a la comunidad, y tejiendo estrategias para cualificar nuestra labor y compromiso: seguiremos escribiendo, construyendo y diseñando las iniciativas de trabajo colectivo.

Que estos días de incertidumbre se conviertan en una cercanía más humana con las personas que nos rodean: la indicación de cuarentena debe motivar, incluso en las dificultades, a la formación en el hogar, al diálogo de familia, a conocernos y a conocer con la palabra y la imagen como herramientas indispensables. Pero también este periodo confuso debe motivarnos a la creatividad, al pensamiento y a la fraternidad: más que un llamado, es una necesidad inevitable.

Toda crisis, como punto esencial, requiere que conservemos la mesura. Evitemos el lenguaje de miedo, y procuremos términos que transmitan sosiego; manejemos una comunicación propositiva, y no repliquemos información sin verificar. El foco debe ponerse en la tarea de cuidarnos mutuamente, y ello parte de la palabra y el afecto.

La situación difícil de la economía doméstica, que perjudica de forma directa a todas las familias de nuestros barrios, deberá ser oportunamente atendida por el Estado; a todos nos corresponde tomar medidas, pensando siempre en los que tienen menos. Insistimos: solidaridad con el otro, y protección de la dignidad laboral en una ciudad con índices elevados de trabajo informal.  

Cuando estos tiempos de resguardo y cuidado de la salud pasen, seguiremos generando reflexiones pertinentes y propositivas sobre algunos aspectos que la crisis ha revelado: la necesidad de evaluar los complementos integrales a la educación formal, y el uso del tiempo libre para nuestros niños, niñas y jóvenes, sobre todo en barrios densamente poblados y de ingresos más bajos por hogar; la revisión de las condiciones laborales tan precarias que muchos ciudadanos deben enfrentar, sumado a la falta de garantías para, por ejemplo, acatar unas disposiciones que les impidan salir día a día a la calle buscando el sustento; el sistema de salud y sus índices de pauperización y cobertura; la promoción de sentidos solidarios para enfrentar las adversidades con espíritu comunitario. Sin embargo, desde ahora Estado y sector privado deben cumplir un papel fundamental, haciendo lectura consciente y tomando acciones con relación a la supervivencia de las organizaciones de base y corporaciones comunitarias. Así como en el caso de los hogares perjudicados, nuestras sedes precisan unos gastos diarios que deben hacer parte de una agenda de contingencia, para que no desaparezcan los procesos de desarrollo en los barrios más vulnerables de Medellín.  

Les deseamos unos días de fortaleza y la mejor de las suertes.

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